La primera parte de la saga tuvo un resultado minucioso, pero escaso de grandes emociones. En 'Dune: parte dos', en cambio, hay pocas partes de la película en las que no haya emociones o sobresaltos.
La sorpresa y emoción que le faltaron a 'Dune: parte uno', están presentes en la segunda parte de la saga. Y de sobra. El escenario, las actuaciones, la música, los efectos, el ritmo... difícilmente 'Dune: parte dos' aburrirá a quien la vea en una sala de cine, pues mantiene la tensión en las dos horas y 45 minutos que dura.
Si no recuerdas qué pasó en la primera parte, el director Denis Villeneuve muestra un brevísimo resumen para poner al día a los espectadores.
Luego del asesinato del duque Leto del pueblo Atreides, traicionado por el emperador Shaddam IV, la historia continúa en Arrakis, en donde los Fremen (pueblo al que pertenece Chani), y al que se han unido Paul Atreides (Timothée Chalamet) y su madre, luchan contra los Harkonnen por la especia, el recurso más valioso de esas tierras. El filme es protagonizado por Timothée Chalamet y Zendaya, pero todos los actores se 'roban' el show en la película, sobre todo Javier Bardem en su honesto y compenetrado papel de Stilgar, un personaje clave en la historia.
Stilgar, habitante de los territorios del sur de Dune, cree que Paul es un nuevo mesías. Incluso la madre del joven, interpretada impecablemente por Rebecca Ferguson, se encarga de que este rumor se extienda por los territorios de Dune. Ella, que se convierte en reverenda madre, tiene también un papel que evoluciona y trasciende en el argumento de la película.
Otra brillante, aunque corta actuación, es la de Austin Butler, que luce casi irreconocible en el papel de Feyd-Rautha. El sobrino de Vladimir Harkonnen es un joven insensible y sanguinario, que buscará obtener más poder para su clan. Chani (Zendaya) tiene un papel mucho más importante en esa parte de la saga. Aunque es una de las escépticas de la historia del mesías y se mantiene firme en sus creencias, se enamora de Paul y estará junto a él durante su camino hacia las batallas que se desarrollan.
'Dune: parte 2' tiene momentos y detalles que la hacen candidata a clásico de la ciencia ficción, quizás a la altura de Star Wars, como los 'bailes' en la arena, gusanos gigantes, magia, y varios personajes adorables con estilo propio. Pero lo más importante, su trama es clásica y tiene lo que le gusta al público, enmarcado en un desierto amarillo ocre sofocante, que nos muestra cómo podría ser el futuro: un héroe que se debate entre el bien y el mal, una profecía y conflictos sociales y amorosos.
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